Muelas del juicio
Las muelas del juicio son un nido de complicaciones bucodentales y dolor intenso. Por ello en muchas ocasiones el odontólogo recomienda su extracción, aunque no siempre es necesaria.
¿En que caso es recomendable la extracción de las muelas del juicio?
También conocidas como terceros molares, las muelas del juicio erupcionan en la parte posterior de la cavidad oral, cuando el resto de piezas ya están desarrolladas. Esto suele ocurrir entre los 18 y 25 años de edad, aunque puede variar en función de cada paciente. En la mayoría de casos su desarrollo es sinónimo de un dolor intenso, inflamación e incluso en algunos casos infecciones en la cavidad oral.
El principal impedimento durante su desarrollo es la falta de espacio en la cavidad oral. Los terceros molares no tienen suficiente espacio para erupcionar correctamente, de modo que presionan otras piezas hasta incluso provocar su movimiento. Esto puede provocar diversas complicaciones en la sonrisa, tanto a nivel estético como funcional. Mediante una radiografía dental, el dentista de confianza valorará la necesidad de extraer estos molares.
Cuándo extraer las muelas del juicio
En caso de notar un dolor intenso es recomendable acudir al odontólogo cuando antes. El dolor de muelas suele ser una de las emergencias dentales más comunes. En muchos casos aparece de un día para otro sin previo aviso. En la consulta, el odontólogo valorará la necesidad de extraer las muelas del juicio si se da alguna de estas situaciones:
Es imposible situar el diente en la arcada de forma que realice sus funciones correctamente.
- Existe una patología asociada al desarrollo de la muela del juicio, como procesos infecciosos, quistes, etc. que no se puede tratar con métodos conservadores.
- La muela del juicio provoca lesiones en otras piezas dentales, como por ejemplo necrosis pulpar.
- Los terceros molares no han terminado de erupcionar por completo, permaneciendo semiincluidas y parcialmente cuebiertas por encía. Esta situación facilita la acumulación de restos de comida y bacterias, que da lugar a una infección.
- Las muelas han crecido en una posición defectuosa. Por ejemplo, torcidas, una posición que suele alterar el resto de dientes.
El dolor o el malestar intenso en una muela del juicio es una señal clara de que los terceros molares no están creciendo de forma correcta. En estos casos lo más recomendable es visitar al dentista de confianza para hacer una valoración y exploración en profundidad. En caso de tener que extraer las muelas del juicio, es necesario pasar un procedimiento concreto que incluye una fase operatoria y postoperatoria.
El proceso de extracción de las muelas del juicio
Hay distintos momentos para extraer las muelas del juicio y no existe una edad específica para someterse a esta operación. Pero todo su proceso requiere unos días, especialmente la parte de la recuperación.
El proceso de extracción es indoloro, ya que se realiza mediante anestesia local. Pero cuando los efectos de la anestesia desaparecen, el paciente suele experimentar un dolor intenso durante varios días. Durante los primeros días es fundamental seguir una serie de cuidados para favorecer una recuperación rápida y sin complicaciones. Desarrollar infecciones durante este proceso puede generar varias complicaciones y dolor en la cavidad oral, algo que alargaría el proceso varias semanas.
Lo más importante es adaptar la rutina de higiene oral. Durante las primeras horas es preferible no cepillar la zona intervenida. Para preservar la higiene, muchos expertos recomiendan enjuagar la zona con una mezcla tibia de agua y sal. También es preferible evitar los enjuagues agresivos en la zona. Por otro lado conviene adaptar las comidas y demás hábitos.
En Clínica Dental Tonicollar recomendamos seguir una dieta blanda y evitar la actividad física durante las primeras 24 horas. Tras la extracción de las muelas, se forma un coágulo en la zona. Es fundamental evitar que este coágulo se deshaga, de lo contrario el proceso de recuperación se alargaría más de lo debido.
Para minimizar las molestias y los dolores, es aconsejable el uso de antiinflamatorios recomendados por el dentista. En caso de desarrollar un proceso infeccioso, también puede administrarse antibiótico durante unos días. Otro consejo práctico es aplicar hielo, siempre desde la parte exterior de la mejilla para evitar el contacto directo con la zona intervenida. Invertir el tiempo necesario en la recuperación y el reposo es fundamental para volver a hacer vida normal lo antes posible y sin el molesto dolor de muelas.
Si a pesar de estos cuidados sigues notando un dolor intenso, es importante acudir al dentista de confianza cuanto antes.